Las reacciones alérgicas son respuestas exageradas del sistema inmunitario del paciente que identifica como extrañas a determinadas sustancias como por ejemplo pólenes, ácaros o esporas de hongos.
Esta respuesta equivocada provoca alteraciones inflamatorias en la piel y mucosas que provocan los síntomas propios de las reacciones alérgicas.
Existen factores predisponentes de base genética y otros factores ambientales (alérgenos) que actúan como desencadenantes de la respuesta inmunológica.
Los principales alérgenos pueden ser inhalados, alimentarios, fármacos, veneno de insectos, por contacto u ocupacionales.
Prácticamente cualquier sustancia puede sensibilizar una persona que esté predispuesta genéticamente, habitualmente se produce una respuesta con anticuerpos IgE contra esos alérgenos.
Estos anticuerpos se depositan sobre la superficie de los mastocitos que se encuentran en piel y mucosas y sobre basófilos circulantes en sangre, de tal manera que cuando se produce la interacción del alérgeno con la IgE fijada en esas células se liberan sustancias proinflamatorias que desencadenan la reacción alérgica.
En el caso de los alérgenos que actúan por contacto, el mecanismo que se produce es diferente, de tipo tardío y mediado por unas células que se llaman linfocitos que son los encargados de liberar los mediadores proinflamatorios que provocan lesiones de tipo eccematoso tras contactos repetidos con el alérgeno.
El número de pacientes alérgicos aumenta de año en año, no existiendo una única causa para poder explicar esta situación. Además de los factores genéticos predisponentes. El modo de vida de los países industrializados sometidos a altas tasas de contaminación son perjudiciales para el sistema respiratorio de sus habitantes y en las plantas y árboles se inducen cambios en determinadas proteínas que hacen a sus pólenes más agresivos y con mayor capacidad de sensibilización.
Los inviernos cada vez más suaves también favorecen la sensibilización a nuevos alérgenos y la duración de los síntomas antaño marcadamente estacionales.
Los cambios en las costumbres alimentarias influyen en nuevas alergias alimentarias para alimentos que no eran de consumo habitual en España. También son destacables las reactividades cruzadas que se dan en pacientes con alergia a pólenes y síntomas con la ingesta de frutas.
El tabaquismo, sedentarismo y la obesidad también suponen factores que influyen en las enfermedades alérgicas.
Complementariamente a estos factores, se muestra la teoría de la higiene donde vivimos en ambientes limpios con amplio uso de antibióticos donde se favorece que el sistema inmune con menor trabajo en la defensa frente a agentes patógenos reconozca como extraño sustancias inocuas como los pólenes.
En Alergología para poder llegar al diagnóstico de certeza, caracterizar determinadas reacciones, confirmar tolerancia o encontrar alternativas terapéuticas es necesario la administración de forma controlada y con protocolos aprobados del material alergénico (fármacos o alimentos) a los pacientes.
Las pruebas de provocación o exposición proporcionan el diagnóstico definitivo ante la sospecha de la implicación de un mecanismo iunmunólogico como mecanismo implicado en una reacción con alimentos o medicamentos, especialmente ante la posibilidad de una reacción IgE mediada.
Esta situación debe ser evaluada por un especialista en Alergología, son los especialistas que disponen de los mayores conocimientos y experiencia necesaria para evaluar la conveniencia de la prueba y valorar sus posibles riesgos.
Se atienden a paciente de todas las edades, desde las primeras alergias alimentarias en niños muy pequeños a leche y huevo hasta alergia alimentarias en adultos, pasando por las diferentes formas de presentación y complejidad diagnostica de los mecanismos inmunoalérgicos en las reacciones a fármacos en la población infantil y adulta.
Esas pruebas se realizan en Hospital de Día donde se cuenta de un personal de enfermería con experiencia en el manejo de situaciones de riesgo en las reacciones o con un facultativo especialista en Alergología que realiza una supervisión directa y que cuenta con formación específica en este tipo de pruebas de exposición.
Además es necesario que el Hospital de Día cuente con unas instalaciones adecuadas en cuanto a dotación en material para atender eventuales reacciones de compromiso vital como disponer del espacio suficiente para desarrollar los procedimientos.
