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Consejo para alérgicos al pescado

Son alimentos muy presentes en la dieta mediterránea y, por tanto, la alergia al pescado es frecuente en España por su elevado consumo.

Tipos de reacciones que puede desencadenar la alergia a pescados:

  • Reacciones alérgicas, es decir, reacciones de hipersensibilidad mediadas por la IgE. Son inmediatas tras la ingestión, contacto o inhalación de vapores de ese alimento.
  • Reacciones tóxicas. Por ejemplo cuando pescados de la familia de los escómbridos (pez delfín, atún blanco o rojo, caballa y sardinas) tienen un alto contenido en histidina.
  • Reacciones por parásitos que pueden contener (por ejemplo Anisakis).

Los pescados se dividen en blancos y azules:

  • Blancos: lenguado, bacalao, gallo y merluza, etc.
  • Azules: sardina, atún, emperador y salmón entre otros.

Entre los pescados con mayor capacidad de producir IgE específica y desencadenar una reacción en individuos predispuestos se encuentran el gallo y la merluza. Los mejor tolerados son el atún, caballa y emperador.

Es importante investigar sobre las posibles reacciones con pescados que estén relacionados, al pertenecer a una misma familia. Es menos frecuente que estas reacciones cruzadas ocurran con aquellos pescados poco relacionados.

Los síntomas pueden aparecer en los niños cuando se les introducen en su dieta o en adultos, que en la mayoría de las ocasiones han tolerado con anterioridad el pescado blanco y/o azul.

Las reacciones suelen ser inmediatas, dentro de la primera hora tras la ingesta, y lo más frecuente son las manifestaciones cutáneas como ronchas e hinchazón. También pueden presentarse náuseas, vómitos, diarrea o síntomas respiratorios (estornudos, rinorrea, crisis de ahogo, tos y pitos en el pecho y edema de úvula o laríngeo). Los pacientes que están muy sensibilizados pueden tener síntomas por la inhalación de los vapores de cocción del pescado o por un simple contacto.

El diagnóstico de sospecha se realiza por la historia clínica.

El estudio alergológico consiste en la realización de pruebas cutáneas en busca de IgE específica frente al pescado sospechoso.

También se aconseja hacer las pruebas cutáneas con el alimento en fresco y cocido (prick-prick), ya que algunos extractos comerciales pueden ser poco potentes.

Si el estudio alergológico es negativo hay que comprobar la tolerancia al pescado que originó la reacción. Esta comprobación se realiza mediante la provocación oral controlada con el pescado. Las provocaciones siempre se realizarán según la indicación y bajo la supervisión de un Alergólogo.

Una vez que el paciente es diagnosticado hay que evitar el pescado implicado de la dieta.

En el caso de los niños, la alergia es más probable que evolucione hacia la tolerancia, aunque siempre hay que individualizar. En adultos suele ser más persistente.

merluza