Alergia al látex

El látex o caucho natural se produce principalmente de la savia de un árbol originario de Brasil (Hevea brasiliensis) y que gracias a sus características elásticas se usa en múltiples aplicaciones en productos de uso cotidiano.

Con el látex se pueden presentar distintos tipos de reacciones:

Dermatitis irritativas: donde se produce por contacto enrojecimiento con picor generalmente que cesa tras evitar el contacto.
Dermatitis alérgicas de contacto: con inflamación en la zona de contacto y producida por un mecanismo inmunológico a diferencia de las irritativas
Reacciones inmediatas IgE mediadas: Se manifiestan a los pocos minutos de la exposición a proteínas del látex. Pueden presentarse en forma de ronchas en las zonas de contacto como una urticaria local. Pueden provocar síntomas de picor de nariz u ojos con rinitis por contacto con la mucosa ocular o nasal o crisis de asma por inhalación.

La exposición a látex en pacientes alérgicos también pueden provocar reacciones anafilácticas de especial gravedad por el riesgo de mortalidad en las intervenciones quirúrgicas.

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El diagnóstico de alergia al látex se basa en una buena y detallada historia clínica. Todo médico general o especialista que atienda a un paciente que cuente una historia sospechosa de alergia al látex, debería enviar al paciente a la consulta del alergólogo para su estudio.

Las pruebas diagnósticas principales son:

La prueba cutánea con extractos de látex: aplicando sobre la piel una gota de extracto de látex, y pincharlo con lanceta a través de la gota. Una prueba positiva no siempre implica que el paciente sea alérgico, ni una prueba negativa significa siempre la ausencia de alergia. Es necesario que el resultado sea interpretado por un alergólogo. Por otra parte, es un método diagnóstico rápido y rentable, pero no exento de riesgo, que precisa supervisión médica.
La determinación de IgE en sangre frente al látex o a sus alérgenos: Puede ayudar a mejorar la rentabilidad disgnóstica, pero puede dar resultados falsos positivos o negativos, por lo que de nuevo es imprescindible que el resultado sea interpretado por un alergólogo.
Las pruebas de exposición controlada (provocación) a látex: es la prueba definitiva para el diagnóstico de alergia a látex. Lo más utilizada es la prueba de uso de guante, que se realiza bajo estricta supervisión médica en los servicios de Alergología, que tienen que contar con los medios y el personal necesario para tratar reacciones alérgicas graves.

Cualquier persona puede hacerse alérgica al látex, pero existe grupos de riesgo con mayor probabilidad especialmente:

Niños con espina bífida: debido a las múltiples intervenciones quirúrgicas en los primeros meses de la vida que favorece la sensibilización.
Trabajadores sanitarios: basado en el continuo uso de guantes de látex y material sanitario con látex en las zonas de trabajo.

En cuanto al tratamiento de la alergia al látex se basa en tratamiento sintomático en función de los síntomas del paciente.

En España existe comercializada una vacuna antialérgica para tratar la alergia al látex que se administra de forma sublingual y debe ser siempre indicada por un alergólogo.