La inmunoterapia específica con alérgenos es un tratamiento que consiste en la administración progresiva y periódica de un extracto hasta llegar a una dosis óptima y eficaz.
La inmunoterapia se puede administrar por vía subcutánea o por vía sublingual.
La inmunoterapia se indica fundamentalmente en pacientes que han sido diagnosticados de rinoconjuntivitis y/o asma alérgica bronquial y en pacientes con alergia a veneno de himenópteros.
La duración recomendada del tratamiento es de 3-5 años aunque de forma individualizada el alergólogo puede establecer periodos de tratamiento diferentes.
La inmunoterapia es el único tratamiento capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica, según reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS). Induce cambios inmunológicos que provocan una disminución de la reactividad y de los síntomas asociados. Además estas modificaciones son duraderas a largo plazo una vez suspendida la inmunoterapia.
La inmunoterapia también tiene un efecto preventivo en dos situaciones importantes :
- Prevenir neosensibilizaciones en pacientes monosensibilizados: Existen 3 estudios aleatorizados y uno retrospectivo donde se demuestra este efecto al finalizar el tratamiento y que persiste hasta años después. La probabilidad de desarrollar nuevas sensibilizaciones es hasta 7 veces mayor en pacientes que no reciben inmunoterapia.
- Prevención del desarrollo de asma en pacientes con rinitis: Aproximadamente un 45% de los pacientes que padecen rinitis son tributarios de desarrollar asma en los siguientes 10 años, donde la hiperreactividad bronquial se considera un factor de riesgo.
No existe un modelo único para los inicios de inmunoterapia, por lo que se pueden realizar diferentes pautas con el objetivo de alcanzar la dosis óptima que induzca la tolerancia clínica. Durante el proceso de aumento de dosis principalmente o en las administraciones mensuales pueden acontecer reacciones adversas. Estas reacciones son general frecuentemente locales con hinchazón y enrojecimiento del área de administración pero también pueden ocurrir reacciones graves como broncoespasmo o urticarias con angioedema, por este motivo las administraciones de inmunoterapia deben hacerse siempre en un centro médico y guardar unos 30 minutos de observación posterior.
En el caso de la inmunoterapia sublingual las reacciones más frecuentes se presentan como picor en la zona de contacto debajo de la lengua o molestias/dolor retroesternal.
Son varios los factores que pueden influir en la aparición de una reacción adversa por inmunoterapia, por lo que debe ser el alergólogo prescriptor el que identifique las causas y el manejo de las siguientes administraciones o interrupción del tratamiento.